Si cuidas una abeja, habrá más miel en el panal.
Si evitas una injusticia, habrá más justicia en el mundo.
Si cultivas un rosal, habrá más rosas en el jardín.
Si amas, Dios estará más presente en el mundo.
Si siembras un grano de trigo,
habrá más humanidad en el mundo.
Si enciendes una vela,
habrá más luz en la noche.
Si vives en la verdad,
habrá menos mentira en el mundo.
Si cuidas un nido de golondrinas,
habrá más golondrinas en primavera.
Si vives en libertad,
habrá más libertad en el mundo.
Si enciendes un fuego,
habrá más fuego en el invierno.
Si irradias en tu alegría,
habrá menos tristezas en el mundo.
Si esperas cambiar tú cuando haya cambiado el mundo,
morirás sin haber vivido;
Si comienzas cambiando tú,
ya estás cambiando el mundo...
jueves, 29 de abril de 2010
CAMBIA TÚ PRIMERO
domingo, 25 de abril de 2010
EL TONTO DEL PUEBLO !!!
Se cuenta que en un pequeño pueblo, un grupo de personas se divertian con el tonto del lugar, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía de hacer pequeños recados y limosnas.
Diariamente algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 40 reales y otra de menor tamaño, pero de 200 reales.
Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió:
- Lo sé, no soy tan tonto, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda.
Esta historia podría acabar aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias moralejas:
- La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.
- La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos tontos de la historia?
- La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
Pero la conclusión más interesante es: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto, delante de un tonto que aparenta ser inteligente.
MANUEL VAZQUEZ

